domingo, 31 de agosto de 2008

“Make me a Christian”, un “reality” para Convertirse al Cristianismo


(Te costará leerlo aprox.: 1min. 09seg.) (Fuente: Noticia Cristiana).
Mientras en Madrid Tele5 prepara la décima edición del «Gran Hermano» -el único, por cierto, que continúa en antena en el mundo-, en otras cadenas europeas tiran de imaginación para enganchar al público.
Channel 4 estrenó este pasado fin de semana ´Make me a Christian´, un ´reality´ en el que participantes de distintas creencias “vivirán durante tres semanas como auténticos cristianos”.
El reverendo George Hargreaves desea instaurar la moral cristiana en Reino Unido y lo hará empezando por la televisión. Para ello ha organizado, junto a su equipo de predicadores, este ´reality´ que en teoría tendrá como piedra angular la Biblia.
En el programa, que se emitirá en tres partes, participarán voluntarios de Leeds, al oeste de Yorkshire, que dejarán su vida diaria para convertirse en practicantes del cristianismo –tal y como entiende el guión del programa- durante tres semanas. Ninguno de los participantes es cristiano. Desde un ateo heavy hasta una stripper… Los asesores espirituales que orientarán a los participantes, pertenecen a distintas ramas del cristianismo pero tienen un gran número de creencias en común. Además, visitarán a los participantes en sus hogares, estudiarán su estilo de vida y les darán las pautas que deben seguir para llevar una vida ejemplar como creyentes.
A lo largo de la historia, la conversión a una determinada religión -sea cristianismo, judaísmo o islamismo- ha hecho correr ríos de sangre. Ahora, de audiencia.
Quizás una clara pega al programa es que confunde la fe real con las formas; la esencia del cristianismo con un conglomerado de cambios personales irreales; el conocer a Jesús con una superposición de “no hagas esto” en un contexto de reality mancillado…
El caso es que el espectáculo no decaiga.

viernes, 29 de agosto de 2008

Perversión y Adulterio en la TV Norteamericana o ...


(Te costará leerlo aprox.: 1min. 05seg.)

O eso se desprende de un estudio publicado por el Consejo de Padres para la Televisión (PTC), que denuncia que la industria hollywoodiense se viene dedicando en los últimos años a promocionar el adulterio y la promiscuidad en sus programas de televisión de máxima audiencia. 
La investigación*, que se basó en la parrilla de máxima audiencia de las principales cadenas americanas durante cuatro semanas y 200horas de televisión, comenta que los datos recogidos reflejaron que las escenas de adulterio superaron por 2 a 1 a las imágenes íntimas de parejas casadas. Asimismo, el sexo sin estar casado superó por 4 a 1 las situaciones sexuales matrimoniales.

Lo cierto es que no hace falta irse a EEUU para ver este aumento de PROMISCUIDAD (no es una palabra bonita ni que me guste, pero desgraciadamente es lo que hay y en mayúsculas). Echemos un vistazo a las series españolas y tendremos parecidos resultados, con la suma de que en todas ellas hay al menos una pareja homosexual con escenas muy explícitas (y lo digo desde el respeto y el amor pero no puedo llamar correcto a lo incorrecto). Todo esto lo recibimos y en nuestra mente permanece como algo natural; así, poco a poco a lo malo le llamamos bueno y a lo bueno le llamamos malo. 
De esta manera se instaura en la sociedad y ésta se mueve en esa misma línea; destruyendo unos valores eternos mandados desde el cielo. Hablamos de promiscuidad y homosexualidad, pero también podríamos incluir falta de respeto, mentira… Todo ello no genera unas consecuencias felices y bonitas, sino que rompe al ser humano, desvirtúa la imagen que Dios puso en nosotros y eso nos convierte y nos convertimos en sujetos que olvidan que además de corporales, somos espirituales. Somos humanos, con historia, sentidos, sentimientos… creados por un Dios Tremendo que no quiere vernos en el fango de la promiscuidad ni el pecado.
*(http://www.parentstv.org/PTC/news/release/2008/0805.asp)

martes, 26 de agosto de 2008

La industria del cuerpo II


(Te costará leerlo aprox.: 1min. 12seg.) (y te recomiendo leer "La industria del cuerpo I") Frédéric Beigbeder - "13,99€".
¿Qué vamos a hacer si la humanidad ha decidido reemplazar a Dios por productos de gran consumo?
Decía ELPAÍS.COM 20/08/2008 - La cirugía estética ya es un producto de consumo más. España se consolida como cuarto país en número de intervenciones mientras vive el 'boom' de los implantes mamarios entre las jóvenes.
Papis que les regalan a sus hijas de 18 años 3000euros transformados en dos bolsas de silicona de una talla 95-100, para satisfacer el apetito narcisista de tener unos pechos a la moda.
Para someter la humanidad a la esclavitud, la publicidad ha elegido la discreción, la agilidad, la persusasión… Lo ideal en la democracia, sería utilizar el extraordinario poder de la comunicación para movilizar mentes en lugar de aplastarlas con mensajes que nos hacen creer las mentiras que nos recitan una y otra vez.
¿Deberíamos inventar una ecología de la comunicación?
Una cosa hay clara, no se puede obedecer y transformar al mundo al mismo tiempo.
Entonces,
lo importante, es no participar.
Tú no buscabas esta infelicidad artificial, pero es lo que te ofrece el mundo: productos perecederos con apariencia eterna. Pero la gente no sabe lo que quiere hasta que se lo ofrecen. Lo cierto es que el hombre sigue huyendo de su angustia a través de la diversión. Sólo que la diversión se ha convertido en algo tan omnipresente que ha reemplazado a Dios. Todo es provisional y todo se compra. Lo que tenemos no basta para proporcionarnos el valor necesario para hablar entre nosotros.
El mundo se muestra horrorizado ante la perspectiva de la clonación humana cuando, en realidad, la clonación ya existe y se llama “¡CIRUGÍA PLÁSTICA!”.
¿Qué vamos a hacer si la humanidad ha decidido reemplazar a Dios por productos de gran consumo?

martes, 19 de agosto de 2008

La diferencia entre hacerlo y tener que hacerlo

(Te costará leerlo aprox.: 1min. 49seg.)

No podíamos obviar la noticia: Obama y McCain a por el voto evangélico. Acudieron a la megaiglesia de California del conocido pastor Rick Warren. No fue un debate. La noticia, más allá de los temas y opiniones, fue la foto, el apretón de manos que se mostraban ante las cámaras del planeta. Por eso los analistas políticos buscaron el gesto. Tocaba sonreír, ofrecer imagen y vender triunfo. Hemos hablado en otros artículos sobre el lenguaje del cuerpo, y en este evento la actitud de ambos fue muy distinta. Mientras Obama conversaba con Warren y se dirigía a él mirándole a los ojos; McCain miraba a sus electores, o más bien, a sus votos. Para acercarse a ellos el candidato republicano usó las historias personales, las torturas sufridas en Vietnam y cómo la fe le ayudó a sobrellevarlas. Y, en un país que ama la narración de historias como pocos, le funcionó.
Los políticos, tienen que hacerlo, tienen que aparecer ante multitudes: ¿ganarse a las personas? No, más bien ganar el voto de las personas. Sonrisas, apretones de manos, vender imagen, obtener triunfo… no lo hacen, tienen que hacerlo. Visitar escuelas, coger niños en brazos, visitar ancianos, prometerles que no les van a bajar las pensiones… no lo hacen, tienen que hacerlo. Aconsejados por grandes publicistas y propagandistas, buscando la técnica de absorber votos, apareciendo en programas, dando paseos con la familia y 20 guadaespaldas con ellos… Notoriedad hasta la saciedad.
Hay mucha diferencia entre hacerlo y tener que hacerlo. 
No les sale por sí mismos, tienen que hacer que les salga para conquistar no tu corazoncito, sino para conquistar tu votito. Dudo que a Obama y McCain les interesase establecer una pura conexión con el público y contar su verdadera experiencia con Dios. Más bien ver quién ha sido más pecador (antes, ahora por supuesto no). El pasado alcohólico de G. Bush encandiló al público norteamericano y al voto evangélico con más del 70%.
Los políticos no lo hacen,
tienen que hacerlo. 
Y esa es la gran diferencia con Jesús.
Jesús no tenía que hacerlo,
simplemente, lo hacía. 
¿Partido político? Venía de parte de su Padre, quien le envió.
¿Discurso? No quería el voto de nadie, su reino no es de este mundo.
¿Consejeros? Su Padre y su constante relación con Él. A solas. Apartado.
¿Niños? Dejad que vengan a mi.
¿Miradas? ¿Sonrisas? De compasión, de perdón, de autoridad, de amor.
¿Abrazos? ¿Toques? Quería restaurar el corazón de los dolientes, de los cansados, de los necesitados. Una vez dijo, “no he venido a por los sanos, sino a por los enfermos”.
¿Multitudes? Se compadecía y les hablaba, les daba aliento de vida y saciaba sus necesidades.
¿Intereses? Mostrarnos el camino, que él es la verdad y la vida. ¿Por qué? Porque un día lo perfecto se rompió y ahora viene a restaurar y a reconectarnos a Dios. Porque hagamos lo que hagamos nos quiere, y sabe que con él todo está bien.
¿Resultados? En una cruz con los brazos abiertos colgado por aquellos a los que alimentó, sació y curó.
¿Culpable? De que su sangre limpia lo que hacemos mal.
¿Final? Resucitado, sonriente, victorioso.
Jesús no tenía que hacerlo, simplemente, lo hacía.

domingo, 17 de agosto de 2008

La industria del cuerpo I

(Te costará leerlo aprox.: 1min.)
Los cuerpos delgados venden más que los “normales”. ¿Podremos cambiar nuestra forma de pensar? Recientemente se dio a conocer un estudio realizado por dos universidades de Estados Unidos, en el que se analizó la relación entre los modelos que se utilizan en publicidad y la forma en que influía esto en la imagen de la marca que tenían los espectadores. La investigación fue realizada entre mujeres de 18 a 24 años y los resultados mostraron que: aquellas publicidades que muestran mujeres muy delgadas generan en las televidentes una mejor imagen de marca y mayor propensión a la compra, y al mismo tiempo hace que las mujeres sientan baja autoestima. Por el contrario, aquellas publicidades que muestran modelos con cuerpos más reales llevan a que las mujeres se sientan mejor con ellas mismas pero no arrojan resultados positivos en lo que a imagen de marca y venta de la misma refiere.
Frente a esta perspectiva cabe preguntarnos si son realmente culpables los medios de comunicación del modelo de mujer y hombre que hoy predomina (sobre esto hablamos en el artículo Publicidad y Educación I y II). Necesitamos saber, aprender y enseñar a decodificar estos mensajes.
Pese a que no es sencillo cambiar un "paradigma" ya instaurado, está en la sociedad poder ver más allá y estar dispuesta a percibir el nuevo mensaje. Está en nuestras cabezas poder cambiar la concepción de mujer "ideal" que tenemos y recibir a la mujer "real".
En este país, uno de los más preocupados cada día en la belleza exterior, ¿seremos capaces de darnos cuenta de que somos más de lo que vemos?, ¿conseguiremos, como hacía Jesús, mirar más allá y valorar a los demás dejando a un lado su aspecto externo? Ojalá que nuestra perspectiva del hombre no sea la que pretende la industria del cuerpo, que engaña, seduce y te reduce a un "cool body" "cuerpo guay".

jueves, 14 de agosto de 2008

Sin fronteras: ficción y realidad


(Te costará leerlo aprox: 1min 17seg)
BANGKOK ELPAÍS.com martes 05/08/2008.– Tenía la duda de si era igual de fácil recrear una escena del videojuego Grand TheftAuto IV en la vida real. Sí le resultó sencillo, pero no contó con las consecuencias. Tailandia ha retirado el videojuego tras la detención de un adolescente que confesó el robo y asesinato de un taxista creyendo que formaba parte de lo que veía en la pantalla de su consola.
ESPAÑA Lavanguardia.es.- Un joven acusado de matar a su hijastro de 11 meses en Reus (Tarragona) porque le hizo perder una partida en la «Playstation» asegura que cometió los hechos porque la videoconsola le hizo perder la noción de la realidad.
¿Nos estamos y están volviendo locos o qué?
Estas dos noticias actuales no son hechos que vienen de sorpresa. Son conocidos otros como el chico de la katana que asesinó a toda su familia en abril de 2000. Más del 83% de los videojuegos que se encuentran en el mercado y a disposición de cualquiera albergan contenido violento o muy violento. Y amigo, lee esto con atención: “si en un videojuego matas, serás culpable del deseo de matar; si en un videojuego golpeas, serás culpable del deseo de golpear”.
Lo cierto es que cada vez la separación entre ficción y realidad se estrecha, y precisamente muchos de estos videojuegos nublan la mente de tal forma que consiguen situarte en otra realidad, te adentran tanto en el juego que finalmente acabas viviendo la vida como un juego. Quizás estos sean casos extremos o quizás no, pero conozco a personas realmente enganchadas, y no estoy hablando sólo de jóvenes. Gente que ha perdido su vida social, familiar, su verdadera existencia por esto. Te encuentras frente a la partida disparando y no consigues darle en la cabeza al tío ese, y saltas del sofá y golpeas la mesa, y te enfadas, y luego te enfadas con tu madre también y le respondes mal y le hace daño… Todo porque en el jueguecito no le has dado en la cabeza al tío ese… 

No es una historia tan alejada de lo que cada día pasa y se genera por consumir algunas ficciones dañinas, que tristemente, manchan nuestra realidad.

lunes, 11 de agosto de 2008

"Ya está aquí otra vez..."

(Te costará leerlo aprox.: 1min. 30seg.)
Decía un titular de ELPAÍS.COM: - La fatiga del éxito pasa factura a Obama
El 48% de los votantes estadounidenses reconoce que ha oído hablar "demasiado" del candidato demócrata. Obama ha pasado de pelear por la notoriedad frente a la mujer más famosa del mundo, a padecer una crisis de sobreexposición al público que puede hacerle aparecer arrogante. De la obamamanía se ha pasado a la obamafatiga. Tanto que McCain (el rival en la carrera electoral americana) llegó a compararlo en un anuncio con figuras del corazón como Paris Hilton o Britney Spears.- 
Y no quiero hablar de política ni de Obama, pero mientras leía la noticia me acordaba de aquel hermano de iglesia que está en todos los lugares, en todos los momentos y con el micrófono siempre preparado para hablar. Ya sabes a lo que me refiero. Y es que hay un peligro en comunicar y no parar. Hay una regla básica, una máxima en las relaciones públicas que dice así: haz las cosas bien y hazlas saber. Esto se rompe cuando hablas demasiado porque dejas así de hacer las cosas bien. Lo cierto, y ahora me sincero contigo, hablo mucho; a veces demasiado y siempre me digo a mí mismo: “Samu, que por la boca muere el pez”. Me estoy diciendo algo así como… “tranquilo, no hables tanto que al final…”. Alguna cosa he aprendido en mi corta estancia en este mundo, y es que hay que ser comedido, buscar ese punto medio que tanto se nos escurre y se desvanece en nuestras intervenciones del día.
Dicen los investigadores que de media una persona escribe en una semana 500 páginas de un libro con lo que dice. En una vida, podemos hablar de 3000 volúmenes, aunque las mujeres unos pocos más (es broma, de verdad, no os enfadéis que lo digo con cariño). Pero algunos de nosotros nos pasamos y con creces. Hemos de darnos cuenta, y entiendo a la persona que está sentada y dice “ya está aquí otra vez…”, que de lo corto y bueno, dos veces bueno.
Hemos de tener control y saber no cansar. Para comunicar bien, esto es necesario. Hemos de reconocer cuando callar y escuchar. Aunque nuestra intención sea la mejor y nuestra disposición sea la correcta, hemos de saber ceder el turno y corregir nuestro fogoso espíritu.
Pedro, discípulo de Jesús, fue un ejemplo de ese “ya está aquí otra vez…”, pero Jesús trabajó con él como con un hermano, como lo que era; y trató a su impetuoso discípulo con paciencia y amor inteligente. Para esto, Jesús, es cómo no, el ejemplo. Siempre supo lo que decir, siempre supo cuando hacerlo, siempre supo el momento de guardar silencio y esperar su turno. Y tenía mucho que decir, el que más del mundo mundial; si alguien tuvo excusa para hablar y no parar era él. Pero... siempre supo comunicar bien.

domingo, 10 de agosto de 2008

Otros comunicadores, los colores

(Te costará leerlo aprox.: 2min. 14seg.)
El caso es que mi padre es pintor, no de cuadros, sino de paredes y techos; y cuando llega el verano, se convierte también en mi trabajo siempre que puedo ayudarle. La pasada semana nos tocó pintar unas habitaciones de unos colores un poco… diferentes a los que solemos pintar. En una de las habitaciones pintamos dos paredes de azul cielo, y las otras dos de azul oscuro y se producía un gran contraste. En otra habitación pintamos dos paredes de negro negro y las otras dos de rojo rojo; y yo pensaba: “sería incapaz de dormir entre estos colores, vale que cuando cierras los ojos ya no ves nada (¡muy bien Samu!), pero el ambiente al entrar ya es tenso con esos colores y estoy seguro que acaban cansando. Quizás estarían mejor en el salón, pero en una habitación donde vas a descansar…”. Y pensé en los colores y en lo que comunicaban, y en la importancia de esto en el ministerio cristiano.
El color en sí no existe (empezamos bien). Es más una apreciación subjetiva nuestra. Es una sensación que se produce en respuesta a la estimulación del ojo y de sus mecanismos nerviosos, por la energía luminosa de ciertas longitudes de onda. Por eso, y dependiendo del contexto en el que cada ser humano se desarrolla, por ejemplo, los esquimales distinguirán 30 tonalidades de blanco, y yo, sólo 2.
Pero más allá de definiciones, el color es muchas veces dejado de lado y pocas veces pensado en profundidad. Es un elemento de suma importancia para la identidad, presentaciones, blogs... Por ejemplo, si hablamos de marcas, la buena utilización del color otorga “pistas” al usuario y públicos para que su mente la recuerde e identifique (si hablamos de azul y amarillo sabemos que es Pepsi, si lo hacemos de rojo y blanco, Coca-Cola).
El color es de los elementos visuales que más rápido se procesan mentalmente y posee mucho poder de atracción o rechazo dependiendo del uso que se le de. En definitiva todo lo que los colores pueden llegar a expresar y hacer sentir al espectador forma parte fundamental de la base de un buen diseño.
Sabemos que los colores son generadores y partícipes del estado de ánimo de las personas. Por ejemplo, según Pantone (empresa artes gráficas), desde el 2001 hasta la fecha en Estados Unidos se ha dado un notable aumento del consumo del color azul cielo provocado por su capacidad de dotar de paz y estabilidad a los diseños, todo esto acorde al nuevo gusto de los públicos tras los atentados del 11-S.
El color es sumamente informativo, al tener distintos grados de percepción y combinación, los colores en su contexto provocan y llaman la atención, haciendo que el ojo se pose para la interpretación del mensaje. Es un gran iniciante del proceso comunicativo. Además de su significado psicológico, los colores poseen una significación simbólica o codificación cultural. Normalmente los asociamos así:
AMARILLO: Triunfo, éxito, dinero, para personas que triunfan.
ROJO: Color de la sangre, juventud, pasión, sensaciones fuertes.
BLANCO: Limpio, puro, consumo para todos.
AZUL: Frío, enfría situaciones, da sensación de frescor.
VERDE: Naturaleza, para productos aparentemente ecológicos.
ROSA: Infantil, cariño maternal.
NARANJA: Emotivo, sensualidad, alegría.
MARRÓN: El color del hombre, masculiniza situaciones.
NEGRO: Elegancia, misterio, sofisticación.
Por eso, hemos de ser cuidadosos en cómo combinamos los colores. Los estudios de "eyetracking" (seguimiento de movimientos oculares) confirman que los usuarios no miran las áreas con colores de fondo y se centran preferentemente los contenidos el fondo blanco. Por supuesto, todo dependerá de la combinación y el motivo del diseño.
Creo que hay algo muy claro. Dios pudo habernos dejado en un mundo plano y gris; no habríamos sabido establecer la diferencia, pero no lo hizo así. Salpicó de naranja el amanecer y limpió el cielo para que luciera azul. Dios es un Dios de colores y supo, perfectamente, cómo combinarlos. Él le dio importancia a esos detalles y nos insta a hacerlo también hoy. Él fue el artista, y como nos hizo a su imagen y semejanza, algo de eso tenemos también. Aprovéchalo y úsalo. Como publicitario, yo te diría: “Dale color a tu vida”, ese color que el Señor te da. Y recuerda, los colores no los creó el Photoshop, los hizo las manos de Dios.

jueves, 7 de agosto de 2008

De 0 a 600 personas

(Te costará leerlo aprox.: 1min. 59seg.), (datos extraídos de despuesdeldomingo.com).

Fellowship Church de Dallas, Texas. Su iglesia pasó de 0 a 600 personas en menos de dos meses. Vamos a ver lo que ocurrió y no sólo lo que pensaron, sino lo que llevaron a cabo:
1. Enviaron 5,000 tarjetas de invitación por correo, las cuales iban acompañadas por un cupón que podía ser redimido en la iglesia por una tarjeta de gasolina con valor de $5.00 (solamente el primer día de culto). 
2. La campaña generó mucho interés en la comunidad y recibieron cientos de llamadas por teléfono preguntando acerca de la iglesia (e imagino que preguntando también sobre el cupón).
3. Colocaron grandes letreros en el exterior del templo con la dirección Web de la iglesia.
 

4. La Web fue previamente diseñada con un esquema de navegación simple y un contenido reflejando lo que es Fellowship Church Miami.
5. Recibieron publicidad gratis a través de un comunicado de prensa en un periódico local.
6. Visitaron comercios e hicieron contactos personales en la comunidad.
7. Se hicieron llamadas por parte del personal de la iglesia a cada una de las visitas que asistieron al servicio.
8. Se crearon equipos para recibir y entablar conversación con los visitantes, desde que estacionaban sus autos hasta que se acomodaban en sus asientos. El mostrar una actitud amistosa y una gran sonrisa es el secreto de una buena recepción.
9. Crearon un ambiente familiar. Recibieron a los que llegaban con pastelitos y comida popular de la cultura local.
10. Un grupo de personas saludaban a los automovilistas que pasaban frente a la iglesia en la muy transitada avenida, esto provocó que mucha gente se detuviera para preguntar acerca de la iglesia.
Resultado: recibieron más de 600 personas el primer día de culto y la asistencia continúa creciendo.
Ahora bien, se nos plantean algunas cuestiones para las cuales es necesario que expreses tu opinión. El objetivo de una iglesia no es congregar a 600 personas en el menor tiempo posible ni que el motivo de la asistencia sea el cupón de descuento. Pero reconozco el trabajo realizado por estos voluntarios de visitación, llamadas, publicidad, etc… La gente continúa asistiendo y ya no hay cupones de por medio. Creatividad, diligencia, elaboración y ejecución de un plan que acaba en éxito. Pero (casi siempre hay un pero), podemos caer en un error fatal: sustituir por completo a Dios por técnicas de publicidad y marketing. Esta campaña bien podía pertenecer a McDonald´s o Nike y lo que nos debe distinguir es la presencia de Dios en cada momento (entiendo que además de estos 10. pasos la oración estuvo presente desde el primero hasta el último). Este tema es muy jugoso, pero pronto lo desarrollaremos a la luz de 1ª Corintios 9:19-23.
Por ahora, espero vuestras impresiones.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Con el mal no se juega

(Te costará leerlo aprox.: 1min. 55seg.)
Leía en elmundo.es acerca de la nueva entrega de "Batman", titulada 'El caballero oscuro', y la 'maldición' que parece estar cebándose en sus protagonistas. Pero buscando un poquito, sin entrar en muchas más películas ni detalles, os dejo un repaso por algunas películas convertidas en leyenda negra.
El caballero oscuro - El primer 'damnificado' fue Heath Ledger, que encarnaba al villano Joker, falleció a causa de una sobredosis. Su protagonista, Christian Bale, pasó unas horas en el calabozo tras ser acusado de violencia doméstica. La última ha sido la de Morgan Freeman que sufrió el pasado domingo un accidente de tráfico.
La profecía
- Un avión que iba a ser usado en el rodaje en 1976 se estrelló y sus ocupantes murieron. El IRA atentó contra el hotel y un restaurante que frecuentaba el equipo y el reparto. Gregory Peck padeció la muerte de su hijo. Y John Richardson, de efectos especiales, sufrió, el viernes 13, un accidente de coche en el que murió su ayudante. Justo al lado, una señal indicaba: km 66,6.
Poltergeist
- La hija adolescente de la primera parte fue estrangulada por un ex novio, y en 1988, Heather O’Rourke, la niña rubia de 12 años que protagonizaba la tercera parte, murió repentinamente de una rara enfermedad.
El exorcista
- El abuelo de los protagonistas murió al inicio del rodaje. La habitación de la niña se incendió y paró el rodaje seis semanas. El hijo de Jason Miller (el padre Karras, en la ficción) sufrió un accidente de moto. Varios metros de la película desaparecieron. La figura del demonio Pazuzu se perdió camino de Irak (escena inicial) y fue encontrada en Hong Kong.
La semilla del diablo
- En 1968, sectas satánicas amenazaron al director, Roman Polanski, por desvelar secretos de sus rituales. Aseguraron que Polanski pagaría con sangre. Meses después del estreno, su mujer, Sharon Tate, embarazada de ocho meses, y cuatro amigos fueron brutalmente asesinados por Charles Manson. El filme se rodó en el edificio Dakota, en Nueva York, donde fue asesinado John Lennon en 1980.
Más allá de maldiciones y morbo, de “casualidades” o simples consecuencias de actos, hay algo claro: el mal está muy presente, y con el diablo no se juega. Todas estas películas, que al fin y al cabo son comunicación, giran entorno a una temática sombría de la cual hemos de apartarnos. No digo cerrar los ojos al mundo, de hecho hemos de conocerlo para saber cómo actuar de la mejor manera, pero no tenemos por qué convertirnos en partícipes activos de estos films que sin duda alejan nuestra mente de los propósitos de Dios. Cada vez surgen más y nuevas películas sobre estos temas, y con esta concluyo: aparecía en publicidad en la portada de elmundo.es esta nueva película: “Helion, el Ángel Caído. La obra del diablo es un juego de niños” (¡por favor!, ¡si tiene la firma del diablo en su título!).
¿Que más puedo decir...?

domingo, 3 de agosto de 2008

Bombillas en bombillas que acaban en bombillas


A veces, y digo a veces…
Surgen muchas ideas que dan lugar a fuertes emociones y ganas que dan lugar a fenomenales ilusiones de evangelismo y crecimiento que dan lugar a cuantiosas reuniones que dan lugar a incontables palabras que dan lugar a tantos folios los cuales dan lugar a grandes proyectos que dan lugar a quedarse en folios que están llenos de incontables palabras nacidas de cuantiosas reuniones provocadas por fenomenales ilusiones estimuladas por las ganas y emociones excitadas por ideas. 

viernes, 1 de agosto de 2008

Vives en un mundo MARCAdo II


Marcados a flor de piel
Me resulta interesante y hasta atractivo pensar en los límites y fronteras que la publicidad no alcanza a tener. En este caso el soporte publicitario es el cuerpo, publicidad a flor de piel. Esto actualiza la idea del hombre-anuncio (ese hombre enfundado entre dos carteles o repartiendo folletos disfrazado de pollo) para convertirlo en un hombre-marca. Algunos dicen de él que quizá sea el soporte completo de cuantos ha conocido la publicidad: llamativo, novedoso, móvil, interactivo, cercano, inteligente y ecológico.
Frente, manos, brazos, espalda, torso… cualquier parte del cuerpo es susceptible de convertirse en soporte si cumple los requisitos de visibilidad. El soporte corporal llega a espacios vetados a los soportes convencionales.
Un solo ejemplo para ver todo esto de una forma gráfica:

Andrew Fischer, un universitario de Nebraska, recibió 37.000 dólares de una farmacéutica tras subastar su frente como espacio publicitario. Durante 4 semanas llevó dibujado el logo de SnoreStop, un medicamento contra el ronquido. La farmacéutica duplicó sus ventas. 

El medio es tan importante como el mensaje. Vender nuestro cuerpo como soporte publicitario, convertirnos en vallas móviles y atípicas cuyo objetivo sea hacer que una marca venda más, atreverse a dar un salto a un nuevo tipo de ser humano. O... simplemente ¿nuevas formas de publicidad?, ¿solución ingeniosa entre la vorágine publicitaria?, ¿sin trascendencias morales?, ¿sin perder la esencia de lo que realmente somos?

Vives en un mundo MARCAdo I


¿Cucarachita tú, cucarachita yo?

“Dime que marca llevas y te diré quien eres”. Podría ser la versión actual del refrán original. Somos una mezcla de genes y ambiente, es decir, de lo que papá y mamá ponen en ti, y de la influencia de la sociedad, moldeando así tu propia persona. En consecuencia, nuestro entorno ejerce un peso tan importante que merece ser analizado. Ideologías, tendencias, moda, vocabularios, música, alimentación, deportes, formas de actuar, de pensar, e incluso las mismas religiones están influidas por un elemento que las impregna en mayor o menor medida, la publicidad. Por tanto, podríamos afirmar que vivimos en un entorno publicitario, y que este, como ya hemos dicho, tiene unas consecuencias que se reflejan en las personas, aquellos que formamos la sociedad. 
Para, siéntate y piensa un segundo, ¿concibes un mundo sin publicidad?, ¿imaginas un paisaje sin enfermar por esta pandemia publicitaria? Es difícil escapar de un entorno cada vez más y más consumidor. Como acertadamente dice David Ogilvy, fundador de una de las agencias publicitarias más importantes, “… Cuando todo alrededor es bello, el hombre muestra su rostro más vil al colocar una valla publicitaria…
David Lubars, un alto ejecutivo publicitario, dijo sin pudor alguno en una entrevista: “Los consumidores, son como las cucarachas: los rocías una y otra vez hasta que con el tiempo se vuelven inmunes”. Cualquiera que lea estas palabras no puede tomar una postura indiferente, y me surgen algunas cuestiones a plantear. Ante tal afirmación, como personas que somos y como consumidores, nos hacemos esta pregunta, ¿de verdad nos hemos convertido en eso?, ¿es una descomunal barbaridad llamar al consumidor cucaracha inmune o es una verdad como un templo?

La tormenta comercial que cae sobre nosotros tiene un origen, la marca, y un objetivo, preparar un envoltorio perfecto para persuadir al consumidor. O como quizás diría David Lubars, crear una ideal pócima para nosotros, las cucarachas, que sea capaz de estimularlos.
Los consumidores cada vez somos más  duros, es más difícil que nos paremos ante un anuncio, por eso que las empresas cada vez invierten más y más dinero en publicidad. Algo que causó gran sorpresa es la idea de Pepsi de proyectar su logo sobre la Luna, o lo que ya hizo la empresa Mattel (la de Barbie) al pintar toda una calle en Inglaterra de rosa, desde el perro, hasta la chimenea. Y es que como dice Naomi Klein, ferviente periodista contra la globalización, “seguiremos siendo rociados de este tipo de ingeniosos artefactos”. Volviendo al rompimiento de la publicidad con todo tipo de límites, esto provoca en el consumidor una expectativa, es algo así como… “a ver con qué nos sorprenden ahora, pero quiero que sea más grande que lo anterior…”.
Ahora bien:
¿Nos gusta que nos rocíen? ¿Estamos condenados a ser cucarachas, o hay vía de escape? Como cristiano o simple ser humano, ¿cómo recibes esto? 
(reflexión sobre "No logo: el poder de las marcas")