miércoles, 18 de marzo de 2009

El Target de Jesús


(Te costará leerlo aprox.: 1min. 47seg.)
Target es una palabra que se usa mucho en publicidad y sirve para referirnos al público objetivo hacia al que nos dirigimos. Toda campaña, todo anuncio, toda acción publicitaria tiene un a quién. Nada de lo que pasa en publicidad está dejado en el aire, ni la camisa del actor, ni las luces, ni la casa, ni las cortinas, ni el coche que tiene en la puerta o el perrito que corre por el jardín. Todo está puesto para que el target hacia el que se dirige el anuncio se identifique con él.
Cuando leemos los evangelios, esos primeros escritos de aquellos que vivieron y convivieron con Jesús, nos damos cuenta de que también el mensaje de ese gran Hombre, por supuesto, tenía un a quién, un target.
Lo vemos en sus palabras cuando dijo: “Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores-Marcos 2:17. También lo vemos porque sabemos dónde estuvo y sobretodo, con quién estuvo. Jesús pasó la mayor parte del tiempo con aquellos que necesitaban escuchar sus palabras y aún más, sentir su poder restaurador. A pesar de que los altos mandatarios de aquel tiempo le criticaban porque su target eran los enfermos, porque se juntaba y comía con aquellos que se consideraban desechos sociales, Jesús no dejaba de dirigirse a ellos.
Además, de alguna manera Jesús vino para todos; también para aquellos que le reprochaban sus acciones y finalmente lo crucificaron. Todos se encontraban y nos encontramos bajo la mancha del pecado, y la campaña de Jesús va para ti y para mi, porque lo hizo por ti y lo hizo por mi.
A pesar de los años, estás en el target de Jesús y nada de lo que hizo fue dejado en el aire. Es la campaña más larga de la historia y no acabará hasta que todos sepan de su Creativo y hayan “conocido a su Protagonista”.
Entonces… tenemos cosas que hacer ¿no?.

viernes, 13 de marzo de 2009

Vuelvo a nacer


(foto en el taller tras sacar de la cuneta al coche)

Este artículo no tiene mucho que ver con la comunicación, tampoco con la publicidad y ni si quiera con la iglesia.
Ayer tuve un accidente y el Señor me visitó. A pesar de quedarme boca-abajo con el coche y dar dos vueltas de campana y caer a la cuneta...  no tengo nada, estoy sin un sólo rasguño. Tengo un leve esguince cervical pero el Señor me cuidó como a la niña de sus ojos... 
Escribo porque quiero decirte que cada momento, cada respiración, ya es un milagro. Es una oportunidad para acercarte más a Dios, para intentar buscarlo, para querer estar a su lado. Este mundo no es lo que debería ser, no hay que ser muy listo para darse cuenta de que algo está fuera de control, de que no tenía que ser así y muchas cosas fallan. A pesar de todo, estoy feliz, contento. El policía que me acompañó tras el accidente al ver el coche me preguntó por mi fecha de nacimiento, y le dije que era el 14 de diciembre. Él me respondió que me apuntase el 12 de marzo también porque había vuelto a nacer. La palabra que más escuché tras el accidente de toda la gente que paró a ver qué había pasado fue... "milagro". 
Algunos pensarán que fue la fortuna, el destino, la suerte... Yo creo que Dios estuvo allí, conmigo, protegiéndome de que el techo del coche no me diese a mí sino que se quedase en el centro del coche. 
Doy gracias a Dios porque hoy estoy vivito y coleando por Él. 
Doy gracias porque vuelvo a nacer.