
Fellowship Church de Dallas, Texas. Su iglesia pasó de 0 a 600 personas en menos de dos meses. Vamos a ver lo que ocurrió y no sólo lo que pensaron, sino lo que llevaron a cabo:
1. Enviaron 5,000 tarjetas de invitación por correo, las cuales iban acompañadas por un cupón que podía ser redimido en la iglesia por una tarjeta de gasolina con valor de $5.00 (solamente el primer día de culto).
2. La campaña generó mucho interés en la comunidad y recibieron cientos de llamadas por teléfono preguntando acerca de la iglesia (e imagino que preguntando también sobre el cupón).
3. Colocaron grandes letreros en el exterior del templo con la dirección Web de la iglesia.
4. La Web fue previamente diseñada con un esquema de navegación simple y un contenido reflejando lo que es Fellowship Church Miami.
5. Recibieron publicidad gratis a través de un comunicado de prensa en un periódico local.
6. Visitaron comercios e hicieron contactos personales en la comunidad.
7. Se hicieron llamadas por parte del personal de la iglesia a cada una de las visitas que asistieron al servicio.
8. Se crearon equipos para recibir y entablar conversación con los visitantes, desde que estacionaban sus autos hasta que se acomodaban en sus asientos. El mostrar una actitud amistosa y una gran sonrisa es el secreto de una buena recepción.
9. Crearon un ambiente familiar. Recibieron a los que llegaban con pastelitos y comida popular de la cultura local.
10. Un grupo de personas saludaban a los automovilistas que pasaban frente a la iglesia en la muy transitada avenida, esto provocó que mucha gente se detuviera para preguntar acerca de la iglesia.
Resultado: recibieron más de 600 personas el primer día de culto y la asistencia continúa creciendo.
Ahora bien, se nos plantean algunas cuestiones para las cuales es necesario que expreses tu opinión. El objetivo de una iglesia no es congregar a 600 personas en el menor tiempo posible ni que el motivo de la asistencia sea el cupón de descuento. Pero reconozco el trabajo realizado por estos voluntarios de visitación, llamadas, publicidad, etc… La gente continúa asistiendo y ya no hay cupones de por medio. Creatividad, diligencia, elaboración y ejecución de un plan que acaba en éxito. Pero (casi siempre hay un pero), podemos caer en un error fatal: sustituir por completo a Dios por técnicas de publicidad y marketing. Esta campaña bien podía pertenecer a McDonald´s o Nike y lo que nos debe distinguir es la presencia de Dios en cada momento (entiendo que además de estos 10. pasos la oración estuvo presente desde el primero hasta el último). Este tema es muy jugoso, pero pronto lo desarrollaremos a la luz de 1ª Corintios 9:19-23.
Por ahora, espero vuestras impresiones.