domingo, 3 de agosto de 2008

Bombillas en bombillas que acaban en bombillas


A veces, y digo a veces…
Surgen muchas ideas que dan lugar a fuertes emociones y ganas que dan lugar a fenomenales ilusiones de evangelismo y crecimiento que dan lugar a cuantiosas reuniones que dan lugar a incontables palabras que dan lugar a tantos folios los cuales dan lugar a grandes proyectos que dan lugar a quedarse en folios que están llenos de incontables palabras nacidas de cuantiosas reuniones provocadas por fenomenales ilusiones estimuladas por las ganas y emociones excitadas por ideas. 

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Y nos preguntamos por qué nuestra iglesia no crece, y nos miramos los unos a los otros y levantamos los hombros y seguimos con lo nuestro.

Anónimo dijo...

A veces parece que ese "círculo vicioso" es imposible de romper, pero tiene que haber alguna forma de cambiar la rutina. Quizá nos haga falta preocuparnos más por avanzar en nuestra relación personal con el Señor y mirarnos menos al ombligo. Más humildad y dedicación; menos egoísmo y confianza en el hombre.

VENGA MONJAS dijo...

Oh, venga!! Arriba esa iglesia!!

Anónimo dijo...

Bien cierto es que esa situación se repite y se repite en nuestras iglesias. Y que se quedan en eso, bombillas, folios...pero si no hubiera siquiera esa motivación de decir vamos a hacer algo, tener iniciativa aunque luego no salga nada, nos iría peor. De acuerdo con loys en mirar mas nuestra relación con el señor y hace falta mucha más humildad.

Un abrazo, sigue en tu línea!