miércoles, 12 de noviembre de 2008

Centrado en las personas

(Te costará leerlo aprox.: 1min. 46seg.)

Todas las empresas exitosas actuales comparten el hecho de estar centradas en el cliente. Su objetivo, hoy, consiste en identificar y satisfacer las necesidades de sus clientes. Este es un concepto básico a la hora de hablar de Marketing. Su punto de partida reside en las necesidades de las personas. Pero… ¿es que esto es algo del siglo XXI?.
Jesús, ese personaje revolucionario que fue más que eso, mucho más, ejercía este concepto: estaba, siempre, centrado en las personas. Una gran escritora cristiana, Ellen G. White comenta: “No sermoneaba como lo hacen los hombres de hoy. Alcanzaba el corazón de la gente yendo entre ella como quien desea su bien, se encontraba con ella en sus ocupaciones diarias y manifestaba interés en sus asuntos seculares. Vivió para beneficiar a otros.”. En cada relato de los evangelios, en cada milagro, Jesús se preocupa por los de su alrededor y lo primero que hace es atender sus necesidades. Él siempre regalaba esa mirada tierna y compasiva sin distinción, porque todos, todos, son y somos hijos de Dios (“- Uy Samu!, pero si soy un pecador y casi ni creo en Dios. - Da igual. No importa. Sigues siendo su hijo y te sigue queriendo).
¿Por qué el mensaje de los primeros cristianos era tan fuerte? ¿Por qué tanto éxito en su entorno? Porque se centraba en las personas. El cristianismo puro, original vivía por y para los demás. Servir, eso lo convierte en algo grande, ese es el poderoso mensaje de Cristo, ese fue su ejemplo diario.
Ahora, unos años después, la iglesia cristiana debería centrarse también en las personas, pero muy a mi pesar nuestras acciones se han alejado cada vez más de ellas, y se han entretenido en las formas, en los “peros”, en los “noes”, en el ceño fruncido. No es tarde, un escritor decía: no estamos perdidos, tan sólo estamos distraídos”. Ya sabemos cuál es uno de los Maestros del marketing actual. Que no perdamos la esencia del cristianismo original: centrarnos en los demás.

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